La leche de continuación es un alimento adecuado para el bebé a partir de los 6 meses, de hecho, recomiendan su utilización entre los 6 y 24 meses de edad, y aconseja no introducir la leche de vaca durante el primer año de vida porque el sistema digestivo del bebé todavía no está preparado para determinados nutrientes; en cambio, las leches de continuación, elaboradas a partir de la leche de vaca, están adaptadas a las necesidades de esta etapa y se asemejan lo máximo posible a las propiedades de la leche materna.
Las leches de continuación tienen un contenido proteico más bajo y aportan mayor cantidad de vitaminas y minerales que la leche de vaca. Además, las grasas de la leche de continuación no son de procedencia animal, sino que se utilizan aceites vegetales de soja y girasol que proporcionan ácidos grasos esenciales para el bebé, y también suplen la carencia de vitaminas C y D en la leche de vaca y tienen una adecuada relación calcio-fósfo
Aporte de nutrientes, gracias a su contenido en Ácidos Grasos Omega-3 y Omega-6 (AGPI-CL), una avanzada combinación de FOS, nucleótidos, lactobacilos y bifidobacterias.
Contribuye al desarrollo visual de los niños hasta los 12 meses con DHA, al normal desarrollo cognitivo con el hierro y al normal funcionamiento del sistema inmunitario. Además la vitamina D es necesaria para el crecimiento y desarrollo normales de los huesos en los niños. Además, incorpora Bifidobacterium infantis IM1, una bifidobacteria característica de los bebés alimentados al pecho
Es una leche de continuación indicada para lactantes a partir del 6º mes, como parte de una dieta diversificada.
